Quiero compartir esta experiencia del 112 de Madrid con la esperanza de que al leerla se produzca alguna reacción de alguien de ese servicio que sirva para salvar vidas, ya que para mi padre es demasiado tarde.
  El lunes 14 de septiembre, de madrugada, mi padre, 79 años, empezó a sentirse indispuesto. Llamamos al 112. Tras escuchar los síntomas nos pasa con la doctora. Volvemos a repetir los síntomas e insistimos que queremos una ambulancia.
  Transcurre casi una hora, sin que la ambulancia llegue. Mi padre pierde ya la consciencia. Volvemos a llamar. Nos pasan con la misma doctora y nos dice que la ambulancia está de camino.
  Transcurren otros 20 minutos y volvemos a llamar. Nos vuelven a pasar con la 'doctora'. Esta vez soy yo el que ha decidido hablar con ella. Directamente le digo 'yo no soy médico, pero mi padre ha entrado en coma y la ambulancia que pedimos hace más de 1 hora no ha llegado. ¿Me puede Vd indicar a cuántos minutos se encuentra la ambulancia de mi casa?'. Su respuesta seca, cortante y con tono elevado fue 'Ya le he dicho a la señora que llamó antes que está de camino.' Le vuelvo a repetir la pregunta y añado 'es para decidir si le meto yo en mi coche y le traslado por mis propios medios al hospital que está a 7 minutos de distancia'. Tras un breve e incomprensible rifirafe por fin me responde: 'bueno, pues si quiere le digo cuánto tiempo va a tardar la ambulancia'. Tras 20 segundos vuelve y me responde 'la ambulancia está a 7 minutos de su domicilio'. Para la información del lecctor, debe saber que las ambulancias de la zona tienen su base a 7 minutos de mi casa. En otras palabras: la ambulancia no había salido de su base hasta ese momento.
  Los técnicos de la ambulancia llegaron en 7 minutos desde la última llamada. Conforme ponían a mi padre en la camilla y escuchaban los síntomas que habíamos contado previamente a la 'doctora', comenta uno de ellos: 'espero equivocarme, pero por lo que me dicen podría ser una hemorragia cerebral'.
  Mi padre llegó al Hospital General de Collado Villalba a eso de las 10h. No habían transcurrido 3 minutos cuándo un médico nos indicó que se trataba de una hemorragia cerebral muy grave, a falta de confirmar el tamaño y alcance con un TAC. Mi padre falleció a los 4 días de esa fatídica mañana en la que una 'doctora' del 112 de la Comunidad de Madrid no quiso o no supo diagnosticar la gravedad, no envió los medios que quizás podrían haberle salvado, y nos mintió diciendo que había enviado una ambulancia.
  Habrán observado que pongo la palabra 'doctora' entre comillados y es por que no tengo la certeza de que tenga la correspondiente titulación. Aunque sí tengo la certeza de 2 cosas:
  Primera: que no está capacitada para diagnosticar;
  Segunda: que no está capacitada para estar en un equipo de urgencia. Cuando un accidentado acude a un servicio de este tipo espera una solución concreta, y no a un burócrata que te atiende con agresividad verbal, que 'miente' y que no comprueba si se han activado los servicios que deberían haberse puesto en marcha desde el primer instante.