RECLAMACION GRAN HOLYDAY IBEROCRUCERO:
  
  La falta de información al embarcar en el crucero, con la recepción llena de gente sin saber en que fila kilométrica ponerse de las dos que había. Después de media hora de espera y tras preguntar a otros pasajeros, a donde ir, nos dijeron que podíamos ir las habitaciones. Investigando llegamos a la habitación…
  
  En la primera noche nada mas embarcar había una tarjeta con la hora de la cena en el restaurante Alboran sin fecha pero con la hora las 22:15. Tras esperar un rato en la puerta del restaurante nos comentan que ya había sido la hora de la cena pero fue en el buffet. Al principio no nos quería dar de cenar hasta que accedieron a abrir el buffet al ver que éramos más de 70 personas…
  
  En la escala de Tánger la hora de regresar al barco eran las 14:00 como muy tarde y a las 17:00 mientras estábamos atracados en puerto seguían llegando gente de las excursiones contratadas…
  
  La ubicación del camarote estaba entre habitaciones de chavales de viaje de fin de curso y familias con niños, habiendo ruidos constantes por los pasillos, música en la habitación contigua teniendo que llamar a la recepción, golpes en la habitación de arriba a las cuatro de la madrugada….
  
  El agua, del grifo según la agencia de viajes estaba incluida y allí según los camareros no estaba incluida...
  
  La calidad de la comida, bastante baja, tanto del buffet como de los restaurantes. En el restaurante una noche había gazpacho andaluz y al día siguiente salmorejo, siendo las dos veces un gazpacho aguado…
  Los bollos del buffet del desayuno los ponían de postre al medio día, de merienda o de postre de la cena o para el desayuno de nuevo…los bollos un poco mejores con chocolate no los llegamos a ver, los profiteroles de postre para comer, ponían un plato y una vez acabados no había mas, el desayuno del ultimo día eran restos escasos con casi nada de variedad y mostradores casi vacíos, los canapés de media noche eran restos de postres de la cena…
  
  La escala de Portimao no se hizo por las inclemencias meteorológicas supuestamente, no había oleaje tan malo como se decía, ni tanta niebla. Lo peor es que no lo intentaron subsanar de ninguna manera como en principio anunciaron por los altavoces, con mas actividades, pero si reduciendo la velocidad del barco, ya que llegamos a Málaga a la hora prevista como si se hubiera hecho dicha escala.
  
  El último día había que abandonar el camarote a las 07:30 y el desembarque no empezaba hasta las 10:00, el desayuno eran restos de los días anteriores, tras desayunar y dar varias vueltas estaba los bares abiertos pero sin personal que atendiera, no como ponía en el programa que se podía seguir consumiendo hasta la hora del desembarque.
  
  Tras abandonar el barco, la espera interminable a la hora de recoger la maleta que al ver que no salían en la cinta y tras preguntar al personal de la terminal nos comentaron que tuviéramos paciencia, que no les extrañaba, que era lo habitual con este barco…
  
  Y la permisividad del personal del barco de permitir fumar en el salón Churruca, zona interior, en la cual esta prohibido, como ponía en el diario de abordo, habiendo niños y no habiendo ninguna separación física.