En los últimos días, vengo oyendo como ensalzan las labores del profesorado en exceso según mi opinión, claro está. En programas de radio, llaman oyentes contando sus vivencias de alumnos, vamos todas muy contentas (digo todas porque las que llaman son siempre mujeres), sin extenderme mucho en esto yo no tengo buen recuerdo de mi paso por el colegio, sobre todo la etapa de E.G.B. Simplemente comentar que a los alumnos nos sentaban a partir de la segunda fila de la clase y en las dos primeras filas casualmente eran todo niñas, las que llamaran treinta años después contando los buenos recuerdos de las clases y lo entrañables que eran sus profesores, ensalzando lo bien que les quedaba el peinado, o la ropita que llevaban, sin prestar atención si todos los alumnos habían entendido la lección del día anterior de cómo plantear una regla de tres por ejemplo. Los chicos no recibíamos ningún aliciente para estudiar, todos los elogios y atenciones se quedaban directamente en las dos primeras filas, y luego estaban los profesores que aun hoy no me explico cómo pudieron terminar magisterio, yo los veía sin formación y sin vocación, en matemáticas veía como dudaban a la hora de resolver algún problema, incluso pedían ayuda al profesor de la clase de al lado en pleno problema, y en otras materias se dedicaban a leer textualmente lo que ponía en los libros de texto.
  
  Bueno, actualmente tengo cuarenta y un años, y dos hijos de 4 y 8 años, por razones de horario y trabajo están apuntados al comedor escolar a mi pesar y cada vez que lo pienso me envuelve una sensación de impotencia, y mal estar difícil de explicar pero en mi situación para vivir dignamente tenemos que trabajar tanto mi mujer como yo para hacer frente a todos los pagos en los que incluyo los impuestos de los que sale el salario más que digno de los profesores, por cierto cuando nos hablan de su salario me gustaría que incluyeran en el mismo lo que ingresan de media por los quinquenios por ejemplo, esto es desconocido por la mayoría de los contribuyentes y quisiera que si algún profesor lee esta opinión, meditara sobre la misma.
  
  Después de la vacaciones estivales (no quiero entrar en si son muchos o pocos días), una de las funciones del profesorado, director del centro escolar, es elegir a la empresa que estará en el comedor al siguiente curso, es una ardua labor, de la empresa en cuestión dependerá el menú de los profesores, que no tiene nada que ver con lo que comen nuestros hijos, esto se puede comprobar en cualquier colegio, también dependerá el precio del menú, que suele ser la mitad de lo que paga cualquier niño (el menú en colegios ronda entre cuatro euros cincuenta y seis euros), y en el precio entra para los profesores:
  1- Desayuno, café con leche y bollería, zumos y fruta (mis niños desayunan en casa, y los que lo hacen en el colegio lo pagan a parte, los profesores no)
  2- A media mañana disponen de piezas de fruta en la sala de profesores.
  3- Comida, repito que no tiene nada que ver con lo que comen los niños, ni en cantidad, ni mucho menos en calidad.
  4- En navidad, la empresa les obsequia con una comida especial, esta se realiza dentro del centro, utilizando sus instalaciones e infraestructura claro está, y a la misma suele acudir todos los profesores, no hay bajas ni huelgas, repito se trata de un banquete gratuito.
  5- Al final del curso hay otra comida, igual que la de navidad.
  Bueno, yo quiero aclarar, que la empresa del comedor escolar gana dinero, (esta claro, si no fuera así no estaría), entonces es una regla de tres inversa señores profesores, me explico: todas las atenciones que reciben ustedes anteriormente expuestas, salen directamente del trabajo extra del personal contratado por las empresas de comedores (este personal es tratado por muchos de los profesores con muy mala educación y me atrevería a decir que incluso con tiranía), y de la calidad y cantidad de la comida que comen nuestros hijos. Resumiendo, todo esto sale directamente del puchero de los niños, sin que importe a los señores profesores, entonces me pregunto: ¿Si a un profesor le da igual mermar la calidad y cantidad de la comida de sus alumnos? ¿Que podemos esperar de su implicación en la enseñanza que tanto están ensalzando? Bueno ahí queda mi reflexión, creo que los padres con niños en el comedor tendríamos que crear una especie de O.N.G. llamada amanceba a un profesor o algo así, y la labor de esta organización seria básicamente recaudar fondos para pagarles un menú en el restaurante más próximo a cualquier centro escolar, así como las comidas de navidad y fin de curso, y no digo que se las merezcan, todo ello sería con la única intención de que dejen de mermar el puchero de los niños, es triste pero es lo que pienso, y todo lo expuesto aquí se puede comprobar en cualquier centro educativo, está muy bien que la ministra demagoga (palabra muy utilizada tanto por políticos y tertulianos televisivos en contextos en los que se vislumbra claramente desconocer el significado de demagogia) de turno nos diga que por el bien de nuestros hijos va a quitar la bollería de los colegios, pero digo yo, no podría preocuparse de que nuestros hijos reciban en los comedores la atención, calidad y cantidad de comida que estamos pagando.