Mi queja va dirigida a 'El Corte Inglés' de León, concretamente a sus barreras de acceso para personas con discapacidad. Para acceder a la entrada principal, las puertas tienen sólamente un sentido de apertura, hacia el exterior, lo que dificulta enormemente el acceso.
  De otro lado, una vez que hayas accedido, siempre mejor si uno va acompañado, pues ir solo, es frustrante y, aún más, ningún vigilante de seguridad NUNCA ha tenido la amabilidad de ayudar. Como decía, salvado el primer obstáculo de acceso al interior, me encuentro con los obstáculos de las puertas de doble hoja para acceder a los ascensores. Es imposible realizarlo sólo, tienes que abrir las dos hojas para que pase la silla de ruedas y simultáneamente propulsar la silla. Imposible, solo tengo dos manos.