El 28.08.08 comenzó un lamentable crucero de una semana en la nave Costa Magica. Al regreso se generó la correspondiente reclamación a través de la agencia de viajes que la reenvió a la compañia crucerista COSTA CRUCEROS. Su contestación escueta y generalista, seguramente del archivo algo así “contestación estándar”, por parte de la compañia dos meses después. Como consecuencia de aquella contestación no satisfactoria se envió una segunda reclamación el 20.10.08, no habiendo recibido contestación alguna y habiendose confirmado que llegó a su destino. Sin duda ese crucero ha sido el peor de los quince realizados.
  Evidentemente la atención recibida por el servicio a bordo durante el crucero puede ser subjetiva, ahora bien, existen algunos aspectos que son absolutamente objetivos, acompañados a su vez de publicidad engañosa. La posibilidad de utilizar la piscina y jacuzzi de 'Lido Positano' sin niños, reservados exclusivamente a adultos, según se informaba en los letreros allí expuestos y en el 'Today' de cada día, que lo recordaba en la primera página. Era imposible e irreal. La falta de mantenimiento tanto en cuanto a limpieza general de zonas comunes de la nave, como a la par demostraba el polvo acumulado en ciertas partes de las cabinas, y deterioro en puertas de armarios, bisagras, baldas, etc. era absolutamente veraz. Así como el anuncio del domingo, 31 de agosto, en la tercera página del Today, abajo a la derecha, en la reseña del Casino se leía “Desde las 19.30 hasta las 20.30 Videojuegos gratuitos”. Falsedad con publicidad engañosa. Lo de la “Estación Marítima” al regreso con la consiguiente búsqueda de taxis para salir del Puerto de Barcelona verdaderamente apoteósico y tercermundista.
  
  Es irónico y virulento que en su penúltimo párrafo de contestación nos escriban “…esperamos contar de nuevo con su presencia a bordo de alguna de nuestras naves”.
  Por otro lado me parece ingrato su agradecimiento en la contestación, dado que no nos ofrecen ninguna contrapartida de satisfacción a cambio, y si tan agradecidos están por la opinión vertida para la mejora continua de sus servicios, satisfagan, ya no las malas atenciones recibidas que es el caso, sino la dedicación del tiempo para informarles de esos aspectos que tanto les interesan y reparen así el perjuicio causado, que es por lo que nos sentimos estafados. Un crucero de la compañia COSTA tiene un precio muy superior que otro crucero al uso, pero la diferencia estriba fundamentalmente en el servicio dispensado, cosa que aquí concretamente no ocurrió. Seguramente fruto de la competitividad, masificación y de la gran oferta existente en el mercado, que hacen de una compañía en otros tiempos bandera de la exquisitez y refinamiento, se convierta en una con un crucero corriente y similar a los de mucho menor precio.
  
  Como comprenderán no reclamamos, solamente para su propio beneficio, según manifiestan sino además para que recompense nuestra desazón y menoscabo. Nos sentimos estafados.