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La Justicia permite el abuso a las segundas esposas (1)
Queja - Publicada directamente
Administracion de Justicia
Madrid - Madrid - Madrid
Clara - 2008-12-17 - 12 lecturas
Num: 1229569364.37815::mqe
Estamos habituados a definir las personas en
buenas y malas. Es lo que llamo el síndrome
Disney. El bueno es siempre bueno y el malo es
malísimo.
Pues lamento decir que eso no es cierto.
Cuando hablas por separado con 2 personas que se
han separado, es curioso, pues cada uno te contará
su propia versión y los dos tendrán su razón.
El ayudar solo a una de las partes para que pueda
hundir a la otra parte es muy dañino pues provoca
en la otra parte una necesidad de equilibrar el
abuso ocasionado. Se da todo tipo de facilidades a
la persona que menos interés tiene en llegar a un
a solución consensuada.
Cuando un matrimonio se separa, los poderes
públicos ayudan a la mujer. En ocasiones le dan a
entender que para agilizar el divorcio y
garantizarse la custodia de los hijos, presentar
una denuncia por mal trato la beneficiaría.
Como consecuencia, al ex marido le avasallan con
condenas. Cuando el hombre logra olvidar/ superar
esa situación (expulsado de su casa, visitando a
sus hijos 2 días cada 15 días, con una drástica
reducción de ingresos netos y problemas de
confianza en las mujeres) algunos rehacen su vida
con otra mujer. Aquí vuelven a empezar los
despropósitos. Es muy frecuente que la ex mujer,
dolida en su amor propio, retome la senda de las
denuncias. Si al hombre se le ocurre volver a
casarse pierde el derecho a la Justicia Gratuita
pues se suman los 2 sueldos de la unidad familiar.
Para defenderse de las nuevas denuncias debe de
pagar abogados, pero ..... gran parte de su dinero
lo dedica a mantener su ex mujer y sus hijos del
anterior matrimonio. ¿saben quien paga esos
abogados? Pues nosotras: las mal llamadas segundas
esposas.
Mientras que ellas (las primeras esposas) tienen
todo el apoyo de las instituciones públicas,
porque supuestamente son unas victimas, nosotras,
las segundas esposas debemos de hacer frente a los
gastos de la defensa de nuestros maridos. En
muchas ocasiones somos nosotras, las segundas
esposas, las que mantenemos a los padres
separados.
Nosotras sufrimos doblemente la injusticia. Nos
dicen que para ser reconocidas debemos de ser unas
magnificas profesionales, para ello dedicas 5 años
a la carrera, mas los años de iniciación en el
mundo profesional. Cuando tienes una cierta
estabilidad económica ya tenemos 33 años y
buscamos una pareja para formar una familia. Pero
a esa edad hay muy pocos hombres solteros, o están
separados, son homosexuales o tienen algún que.
Finalmente nos casamos con 35 años, y muchas son
las que ya no pueden tener hijos, el tiempo es
inexorable con nosotras. No pedimos una limosna,
sino que no nos asfixien los primeras esposas
abusando de la justicia gratuita.
Comentarios de otros usuarios (máximo dos comentarios adicionales):
1- Comentario del usuario XANA: Desgraciadamente es así de crudo. Yo "gracias" a
la ex de mi pareja he podido conocer las
gravísimas consecuencias de una sentencia
machista, que sólo reconoce los derechos de la
madre y que deja al padre casi en la indigencia.
En nuestro caso, la ley obliga al padre a pagar
tal cantidad al mes que le deja 700 euros para
vivir.
Os puedo asegurar que la impotencia que sentimos
ante esta injusticia es muy grande. Si él no
tuviera pareja tendría que compartir piso con lo
que perdería la intimidad que se merece su hijo al
estar con él cada 15 días.
Pero claro, los jueces siguen pensando que un
padre divorciado no necesita tener a su hijo a su
lado, y lo que es más grave aún, que el hijo
tampoco lo necesita.
2- Comentario del usuario mujer52: Pendiente de aceptación