El 14 de Septiembre de 2010 envié la primera Reclamación a la Gerencia de Contrataciones y Servicios de VODAFONE sita en el Parque Empresarial La Moraleja en la Avenida de Europa Nº 1, 28108, Alcobendas, Madrid, exponiéndole mi desacuerdo sobre las actuaciones realizadas por esta Empresa al recibir una factura irreal, trucada y falsa por la cantidad de 41 SMS supuestos e inexistentes en concepto de Suscripciones a Tarifas de Alertas Mensuales que nunca fueron solicitadas por el Teléfono Móvil 671306300 en el período comprendido del 31 de Agosto al 4 de Septiembre de 2010 y enviadas a los mismos receptores SIN HABER SOLICITADO DE MI PARTE ESTOS SERVICIOS.
  
  En los supuestos 41 SMS la descripción en detalle para Alertas Mensuales de los 2 Receptores por el mismo concepto y producto de servicio es idéntica :
  
  Receptor 797525 Descripción : NL812906810B01 Artiq Mobi (15 SMS x igual concepto)
  Receptor 795151 Descripción: A82303017 BUONGIORNO MYAL (26 SMS x igual concepto)
  
  Este proceder contraviene los derechos de los clientes y usuarios de Vodafone y en dicha oportunidad así como posteriormente lo comuniqué por escrito varias veces a VODAFONE (17/09/2010; 13/10/2010; 02/11/2010 ) a VODAFONE y a los organismos de defensa de los derechos de los usuarios como la OCU, SETSI, ASGECO, NOCLAMESRECLAMAORG, y a la Confederacion de Consumidores y Usuarios - CECU.
  
  Esta actuación farisea de VODAFONE es inaceptable teniendo en cuenta que :
  
  1) No he recibido ni firmado con mi aprobación fehaciente ningún Contrato entregado y pactado con VODAFONE ESPAÑA S. A. U.
  
  2) La facturación de inexistentes y no ejecutados SMS con importe de 84,78 Euros sin haberse realizado ni autorizado por el supuesto y presunto Cliente, es improcedente.
  
  Una vez más se reitera la práctica por Vodafone de una facturación incorrecta por conceptos a cobrar indebidamente y el no respeto de las “estupendas condiciones ofrecidas telefónicamente”, con los métodos, cada vez más agresivos, de recobro y el inmediato- ingreso en las listas de morosos despreciando nuestras reclamaciones y empleando métodos de acoso, coacción y amenazas judiciales para conseguir su deleznable objetivo.