Un cúmulo de situaciones rocambolescas vividas recientemente en el centro comercial de Mercadona, sito Avda. de América 7 (CC Tres Aguas) de Alcorcón, a partir del momento en que en caja se me indica que debo enseñar el contenido de mi bolso, ¡como si la cajera fuese un agente de la autoridad!, me llevan a manifestar en estas páginas mi completa repulsa a hechos que frecuentemente tenemos que soportar los ciudadanos.
  Por supuesto que mi reacción inmediata fue no acceder al requerimiento y solicité la presencia y explicación del personal competente para tales tareas: responsable de Mercadona, seguridad del centro y finalmente, Policía Nacional. Los agentes, sin entrar en otras consideraciones, 'cumplieron con su deber' y procedieron, tras solicitar mi DNI, a revisar mis objetos personales y la factura de la compra realizada... Hasta la fecha desconozco qué reglamentos incumplí como para ser considerado “sospechoso”. Naturalmente, a parte de mis pertenencias personales, los agentes no encontraron nada que justificara el procedimiento, aunque tampoco ellos ni Mercadona se disculparon ni por las molestias ni por el error cometido…
  Ante estos hechos de abuso de poder entiendo que si existe alguna normativa relativa a bolsos o carteras que los clientes portan en el momento de acceder al centro, y que son, por tanto, susceptibles de contener objetos, ésta debería primero explicarse a los usuarios y segundo aplicarse rigurosamente a todo cliente que la incumpla, no solo a aquellos seleccionados según 'pálpito o libre arbitrio' del dependiente de turno. En todo caso, llegado a este punto ¿cómo es posible que cualquier persona adscrita a este tipo de comercios pueda suplantar lo que es competencia exclusiva de los cuerpos de seguridad del estado, tal como el solicitar el DNI (a pesar de que previamente hayas introducido la clave personal de la tarjeta) o pedir la revisión de bolsos u objetos personales?
  La situación se repite con demasiada frecuencia y se aplica como por costumbre, aunque evidentemente lesiona los derechos más elementales de los usuarios y ciudadanos. Y, para más inris, cuando te quejas al encargado o responsable de turno, la respuesta habitual es que revisan tus objetos o piden la documentación personal “para salvaguardar nuestra propia seguridad”… ¡Muchas gracias!
  Por todo ello, quisiera sugerir a Mercadona que instruya a su personal en el buen ejercicio de sus funciones y en su caso en la estricta aplicación de las normas, entre las que figuran la información y el asesoramiento de clientes –que no potenciales ladrones- antes de la entrada al establecimiento. En todo caso, el sentido común me indica que en el supuesto de existir indicio evidente de hurto (para eso están las cámaras, arcos de seguridad, personal de seguridad, etc.), el personal de a “pie” de Mercadona, ni de ningún otro establecimiento, puede ni debe suplantar las funciones propias de la Policía.