Al llamar al 1004 de Telefónica para reclamar por el cobro indebido de una factura y no obtener respuesta satisfactoria por parte del operador que me atiende, que se limita a poner excusas y a marear la perdiz, le solicito me pase con el departamento del defensor del cliente y me dice que son ellos, los del 1004 (¿?)y que él hace la reclamación por mi. Le digo que no, gracias, y le pido una dirección a la que enviar una reclamación por escrito, y me dice que la entregue en cualquie tienda de Telefónica (¿¿??) Le pido entonces una dirección de e-mail, y me dice que la busque en la página web de Telefonica, que seguro allí hay un apartado donde pone 'Reclamaciones'. Le digo que yo no tengo por qué buscarla y que me dé el la dirección de e-mail, y me dice que no la sabe. Le pido entonces que se identifique para poner una queja sobre lo deficiente de su atención y me da un nombre que a todas luces se acaba de inventar. Le pido su número de identificación y me contesta que la política de la empresa le impide dármelo. Le pido hablar con un supervisor y me contesta que la política de la empresa no le permite hacerlo. Le digo que no me puedo creer lo que dice y me cuelga el teléfono sin más. Surrealista como mínimo. Ya llevaba un tiempo alucinando con el servicio de atención al cliente que desde no hace mucho prestan Telefónica y Movistar desde no sé qué lejano país, atendido en una variante del español que a veces cuesta entender, pero lo de hoy supera mis límites de estupefacción.