Soy de las personas que piensan que el dinero que ganas es fruto de tú trabajo, nadie te regala nada, pero, a veces, el que te agradezcan el cumplimiento de tus obligaciones es una buena recompensa y una satisfacción de que lo estás haciendo bien. Muchas son las veces que hemos puesto quejas, porque hemos tenido problemas, por negligencias o por lo que sea con la Sanidad Pública, de igual manera, veo justo que si ha sido todo lo contrario se felicite a estas personas, que se vean tambien agradecidas, es lo que por mi parte quiero hacer llegar desde aquí. El pasado sábado 4 de julio, tuve, por desgracia, un grave problema con mi hija. Sufrió una intoxicación etílica, es menor de edad, por lo tanto me llamaron del centro de salud, la médica que estaba ese día de urgencias me explicó el problema que había y que tenían que llevársela al hospital a urgencias que allí conseguirían reanimarla y, sin yo pedirlo, de ella salió rápidamente decirme que podía ir en la ambulancia acompañándola, me trató con un cariño y una comprensión que no se puede explicar, lo mismo digo de los chicos de la ambulancia, el chaval que iba conmigo atrás fue todo el viaje hablándome, yo creo que para intentar tranquilizarme. Para el hospital de Laredo tengo que decir lo mismo, no tengo más que palabras de agradecimiento que no se pueden reflejar en una carta por mucho que lo quieras explicar, para las enfermeras, los médicos, auxiliares, en fin, para todos. No sé los nombres de nadie, para poder ponerlos, pero si alguna de estas personas lee esto creo que se dará por aludida. Ojalá y llegue a oídos de ellos, a los que estuvieron en la tarde del sábado en el centro de salud de Ramales y al personal del hospital de Laredo que estaban trabajando entre las 8 de la tarde y las 3 de la mañana, que fueron las horas del ingreso y la salida, que atendieron el box 4 primero y luego el 1. La atención que tuvo mi hija continuamente, a cada momento estaban con ella, las palabras de animo para nosotros los padres, la comprensión, el cariño con que nos trataron es de agradecer y mucho y con más razón en un momento en el que tú estás sufriendo por tú hija porque no despierta después de pasadas unas horas, y la enfermera intenta consolarte y tranquilizarte. Mis felicitaciones para todos ellos porque a parte de que estuvieran cumpliendo con su trabajo se excedieron y eso nadie se lo va a pagar.
  Aparte de esto quiero hacer un llamamiento a toda la gente. A mi hija nadie la obligó a beber, en eso estoy de acuerdo, pero si a una señora de casi 50 años no se le ocurre la brillante idea de sacárselo del supermercado como pasó, viendo que la dependienta no se lo vendía porque eran menores, no hubiera tenido acceso a dos botellas de vodka para tres chavalas que eran, ni hubiera llegado a esta situación que no se lo deseo a nadie la angustia y el sufrimiento que mi marido y yo tuvimos. Es incomprensible cómo se le puede pasar a nadie por la cabeza hacer esto y más con esa edad y siendo madre como es tambien.