A pesar de lo expuesto en mi queja y de que el servicio es excesivamente caro comparado con la competencia, he de reconocer que he recibido una esmerada atención de parte del Dpto. de Atención al Cliente, especificamente de la compañera Pilar. Se realizó una revisión casi inmediata de la factura por el servicio realizado y se me hizo un descuento del 15%. Considero este hecho destacabla, ya que por regla general una vez que se han cobrado los servicios, estos Dptos. tienden a desentenderse de este tipo de situaciones.

  En la tarde del 22 de Junio del 2009, debido a no poder abrir el cerrojo de mi domicilio, requerí de los servicios de TELEURGE. Anteriormente había llamado a otras empresas y diligentemente me pusieron en contacto con sus cerrajeros para que me comunicaran el presupuesto de manera aproximada del servicio. Algo similar intenté con teleurge y me comunicaron que el presupuesto me lo daría el técnico antes de realizar el servicio, reconozco que los servicios de urgencia son caros. Antes de la llegada del técnico, les comuniqué que cancelaran el servicio ya que la aseguradora de la vivienda realizaría el trabajo, me preguntaron cual era, se los dije y me dijeron que trabajaban con esa aseguradora y que el técnico ya estaba en las proximidades. El técnico llegó, sin requerir documentación ninguna por mi parte procedió y abrio la puerta con una radiografía en menos de 5 minutos, comunicándome que la cerradura había que cambiarla, me dió el coste de la apertura que fue de 281 euros más IVA para un total de 325,96 euros y el coste de la cerradura sería de 580 euros más, por lo cual rehusé cambiarla. Posteriormente con solo aplicarle yo un producto del tipo 3 en 1, la cerradura operó perfectamente, lo que fue corroborado en visita posterior por el técnico de la aseguradora. Muy mal la atención al cliente y publicidad engañosa. Al día siguiente compruebo que al firmar la factura, en letra pequeña el cliente asume que recibió el presupuesto antes de la realización del trabajo, lo que demuestra una falta de respeto total hacia los clientes, ya que se hace a sabiendas de que no es en nada cierto el cumplimiento de ese procedimiento.