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El bienestar del Menor

Administracion de Justicia
Barcelona - Barcelona - Barcelona


  A aquellos que defienden a capa y espada su peculiar forma de entender el
  significado del bienestar e interés del menor. Aquellos que pierden el tiempo en
  discutir como van a 'denominar', lo que al fin vayan a dejar una vez más, en manos
  de quiénes supuestamente imparten justicia en este país.
  Por lo que temerosos, nosotros seguiremos cruzando los dedos para que se trate
  simplemente de un juzgador honesto, correcto y justo. Deseosos de que no base sus
  decisiones según le fue la noche anterior, o haya tenido un buen o mal despertar.
  Tónica usual escogida por muchos de ellos, aposentados en su pedestal de
  arrogancia, que simplemente les dio el haber estudiado una carrera y no otra.
  
  A ustedes que tienen la potestad de tomar decisiones y cambiar leyes, les pregunto:
  ¿Es bienestar y interés del menor apartar a un hijo de uno de sus progenitores, de
  una de sus referencias genéticas, y hacerle desconocedor de algo tan importante y
  fundamental como son sus propias raíces? ¿Separarle de aquél que participó en su
  concepción, en la función en la que obviamente la naturaleza le permitió?
  
  ¿Es bienestar y interés del menor verle no más que unos días a la semana, o
  simplemente unas pocas horas de algún día concreto, según lo que un juez en
  sentencia te permitió?
  
  ¿Que cualquier vecino, cajera de supermercado o anónimo transeúnte con el que se
  cruce a diario, sepa más de su vida, de su crecimiento de su día a día, que su
  propio padre?
  
  ¿Es bienestar y interés del menor que acudas al otro lado de la verja de su
  escuela, en las horas de patio o comedor para disfrutar de ese instante con tu
  hijo, para que algún mal llamado educador te recuerde que no puedes estar ahí y que
  tu hijo 'no te toca', como si de un bono de autobús se tratara y tú de un simple
  muñeco de feria?
  
  ¿Es bienestar y interés del menor que en la mayor parte del tiempo no sepas ni
  donde, ni con quién realmente se encuentra tu hijo y aunque preguntes no recibas
  más respuesta que la de que tú no tienes su custodia. Como si tu sentimiento de
  protección y de amor hacia él/ella, se pudiera medir a partir de que tengas o no
  esa custodia.
  
  Es muy humano y solidario preocuparnos por el resto de la humanidad, de sus
  problemas y precariedades, pero quizá debiera ser hora de solidarizarse y
  solucionar también lo que sucede en nuestro entorno, en nuestra casa, en nuestro
  propio país.
  
  A ustedes que pueden tomar decisiones, les pregunto: si una mañana acuden al
  dormitorio de sus hijos y éstos no están allí, y recuerdan entonces que una
  sentencia no les permite verlos más que los fines de semana alternos y con suerte
  alguna tarde entre semana, ¿se apresurarían entonces a modificar las leyes? ¿O
  seguirían discutiendo?