Me enterado de que el ?ministerio de la igualdad?
  de España, siguiendo las directrices europeas, va
  a dedicar una buena cantidad de dinero y personas
  para ir a la caza y captura de anuncios, empresas
  y palabras que ellos/as consideren sexistas para
  erradicarlas, sancionarlas o perseguirlas en aras
  de una supuesta defensa de la mujer . Entre otras
  cosas, se intenta cambiar un idioma que ha
  evolucionado de forma natural con la sociedad
  desde el latín y que seguirá evolucionando de
  forma natural con nosotros. Yo, personalmente, no
  necesito que nadie me diga cómo tengo que hablar,
  y me niego a cambiar mi idioma ni a decir
  /escribir as/os cada vez que me refiero a un
  grupo de gente en general; que alguien se sienta
  excluido/ofendido porque en el idioma de
  Cervantes se utilice el género masculino en las
  generalizaciones es sencillamente absurdo.
  Si en vez de gastar/dilapidar nuestro dinero en
  estas memeces se empleara en cosas realmente
  necesarias y útiles , otro gallo nos cantaría a
  las mujeres y a las familias en general. Por
  ejemplo: ampliar el periodo de descanso maternal
  de 4 a 6 meses para la que lo quiera, recuperar
  el programa de la mujer sana en la sanidad
  (actualmente se ha eliminado la revisión
  ginecológica anual de los programas de
  prevención del adulto), subvencionar las
  guarderías de forma generalizada (muchas
  mujeres abandonan el trabajo porque ganan menos
  de lo que cuesta una guardería a jornada
  completa), ampliar las becas para libros y
  comedor de los colegios, favorecer actividades a
  precios razonables para lo periodos de vacaciones
  escolares , intentar coordinar las vacaciones y
  horarios de los adultos y niños (en otros
  países la jornada acaba a las 5 de la tarde para
  todos , adultos y niños), ayudas para los
  tratamientos de fecundación para aquellas parejas
  estériles, mejorar las coberturas por riesgo
  especial para el embarazo y vigilar que las
  empresas las cumplan, y un largo etcétera de
  asuntos importantes.
  Pero no, nuestros políticos se entretienen en
  discusiones bizantinas, programas demagógicos y
  panfletarios de cara al público que no llevan a
  ninguna parte, bueno, perdón, sí llevan a alguna
  parte: a rellenar las arcas de unos pocos e
  inventar puestos de trabajo para un par de amigos
  desocupados que tienen que justificar con estas
  estupideces sus sueldos astronómicos (sólo tienen
  4 años para solucionar el resto de su vida, con
  suerte ocho).
  ¡Qué asco de políticos tenemos!.