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securitas direct son unos estafadores

Securitas Direct
c/ josé echegaray nº 1 - madrid - Madrid


  ¿Estamos seguros al contratar una alarma con Securitas Direct?. Yo he descubierto que llevo pagando un servicio desde mayo de 2008 que no funciona, y estamos a finales de enero de 2009, y todo gracias a que un día me dio por hacer saltar la alarma yo mismo, y cual fue mi sorpresa, no recibí ninguna llamada de comprobación por parte de esta empresa. Nadie detectó que la alarma de mi casa estaba sonando. Resulta que cuando contratas la alarma, te informan que Securitas Direct hace test periódicos de las instalaciones para comprobar que no hay ningún problema, pues bien, mi problema lo han detectado gracias a que yo les he llamado. ¿ Ha sido un problema técnico, o es que nadie esta pendiente de que una alarma se ha activado?. Al contratar sus servicios me aseguraron que si había cualquier fallo en la centralita, ellos reciben una señal de aviso, pues bien, mi centralita lleva desconectada de la luz desde el 1 de diciembre de 2008 y, como no, tampoco he recibido llamada de comprobación. También te aseguran que es un sistema prácticamente infalible, pues bien, es tan fácil de boicotear como manipular un cable telefónico que transcurre por la fachada de las viviendas, es decir accesible a cualquier persona. Tras detectar todos estos problemas, la única solución que te dan, y todo esto después de llamarles en infinidad de ocasiones transmitiendo mi malestar por su falta interés, es instalar un teléfono móvil en la centralita, previo pago de 130 euros y 3 euros más mensuales de mantenimiento. Y para rematar la faena, llevo desde el 13 de noviembre de 2008 solicitando la baja de sus servicios y su solución es hacer oídos sordos y seguir cobrando la mensualidad. Por todo esto aviso a los usuarios de Securitas Direct a que comprueben sus instalaciones, no vaya a ser que cuando realmente tengan que hacer uso de ella, bien porque alguien entre en sus domicilios o tengan que realizar una llamada de socorro, se lleven la desagradable sorpresa de que nadie acude a su llamada.