SERICIO DE ATENCION AL CLIENTE
  REPSOL GAS
  
  Sres.
  
  Resulta completamente descorazonador el deplorable servicio que ustedes prestan a las residencias que
  dependen del servicio de gas propano en lugares donde en invierno las temperaturas suelen ser
  especialmente duras, sobre todo si se tiene en cuenta lo que el usuario paga mensualmente en concepto de
  alquiler de depósito y el carísimo precio que hay que pagar para la revisión obligatoria de los 10/12 años.
  
  El usuario de este servicio sólo puede percibir que se le ha acabado el gas si va directamente al regulador
  del propio depósito. Es bastante correinte que descubras que te has quedado sin gas cuando... te has
  quedado sin gas. Entonces sueles llamar con urgencia y el trato que recibes sólo pone de manifiesto que
  esta empresa actúa de hecho como un monopolio porque de lo contrario ya se habría quedado sin unos
  cuantos clientes. Desde luego, en nuestro caso, haría mucho tiempo que ya nos hubiéramos cambiado de
  compañía a pesar de que somos unos modestísimos accionistas de Repsol.
  
  Cuando se te termina el gas, el plazo de rellenado son cuatro días. Cuatro días que en invierno nunca
  suelen ser tres, ni dos. Una auténtica barbaridad tratándose de un servicio imprescindible para la vida
  diaria especialmente en invierno y, como he dicho, en lugares de montaña, sin canalización de gas natural y
  por lo general de clima áspero. Hasta ahora, te avisaban de que el plazo eran 4 días pero si estabas
  prácticamente a cero te aceleraban el servicio. Desde hace unos meses, si quieres un servicio de 24 horas
  tienes que pagar más de 100 euros extras. Una auténtica barbaridad y un auténtico abuso de la compañía
  hacia sus clientes y usuarios. Desde luego van a conseguir que aborrezcamos Repsol y, desde luego, que
  no recomendemos a nadie, antes muy al contrario, la dependencia de su servicio en este tipo de
  residencias.
  
  Es un escándalo que en pleno siglo XXI en España, un usuario en pleno mes de febrero en un área semirural
  que no se haya percibido a tiempo del vaciado de su depósito de propano tenga que cocinar, calentar agua
  y quemar leña (o pagar 100 euros más cuando llenar el depòsito vale 200.000 de las antiguas pesetas)
  durante cuatro días para vivir con un mínimo de decencia porque lo que debería ser un servicio
  prácticamente inmediato (al precio que se paga el gas y con la publicidad que la compañía se gasta en
  explicar lo confortablemente que vivimos si confiamos en ella) es un servicio con una lentitud de escándalo.
  
  Estoy convencido de que han notado ustedes mi indignación. Si sirve para hacer reflexionar a los ejecutivos
  de la compañía que desde la confortabilidad de sus calefacciones y moquetas han decidido abusar de
  nuestros bolsillos y de nuestra paciencia, me sentiré compensado. Menos pagar quizás a los que nos
  anuncian el frío invierno y más ofrecer un servicio ajustado, a tiempo y sin el abuso de los 100 euros a las
  24 horas, para que no nos muramos de frío.
  
  Con un renovado cabreo,